Los versos, esos que todos y todas
tenemos en la memoria por algún motivo, son señal indiscutible de que hay
sentimientos universales, sensaciones que traspasan de generación en
generación. Así, aparecen reflejados en la literatura y van heredándolos
diferentes poetas para darles su forma y aportar su interpretación del
contenido, lo que contribuye al enriquecimiento de la poesía y a la infinitud
de posibilidades de expresión e interpretación, dependiendo de la sensibilidad
de cada creador o lector. Así que os animamos a que potenciéis vuestra
sensibilidad, vuestras ganas de entender ciertos sentimientos que os
acompañarán a lo largo de la vida.
Contamos con un claro ejemplo: el tema
del olvido, plasmado en Gustavo Adolfo Bécquer, Luis Cernuda, hasta llegar a
uno de los cantautores más célebres de nuestro país, Joaquín Sabina. Incluso,
el grupo de rock actual “La fuga”, ha versionado la canción de Sabina. Como
podéis, ver, la poesía no tiene límites temporales, espaciales y a través de su
capacidad de expresión de sentimientos universales podemos conocer un poquito
más de nosotros mismos.
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Dolmen en la nieve, por Caspar David Friedrich |
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura;
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas;
en donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
Y os proponemos que saquéis provecho de esta lectura:
nos gustaría saber con qué imágenes creéis que se asocian las sensaciones de
angustia y soledad en el poema.
Ahora pasaremos a Luis Cernuda (1902-1963), que, un
siglo más tarde tomó como referencia el penúltimo verso de Bécquer que hemos
leído para elaborar su composición: Donde
habite el olvido (1934).
El tema principal de la producción de
Luis Cernuda es la constante oposición entre realidad y deseo, por lo que se
trasluce una gran influencia de Bécquer y del Romanticismo en general. La
expresión «Donde habite el olvido» no remite a un lugar real, sino a un espacio
donde el amor no existe, donde el deseo se ha esfumado y ha dejado de
atormentar al amante. Algunos de los recursos que utiliza aquí Cernuda son: personificaciones,
metáforas, imágenes, antítesis, símbolos. ¿Cómo crees que se sentirá el yo
poético al estar en ese lugar? ¿Cómo te sentirías tú? ¿Qué ocurrirá con el
amor? ¿Y con los otros sentimientos?
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Los amantes, por René Magritte |
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
A través de estas preguntas, podemos
enlazar con la interpretación que hizo Sabina del poema, del cual sólo conserva
el título, con una pequeña variación: ¡el verbo está en modo indicativo! (no
hay que olvidar la lengua, por muy literarios que nos pongamos, pues ambas—lengua
y literatura— se tienen que combinar de manera necesaria). Esta precisión nos
lleva a concretar qué supone el olvido para él: la frialdad y el vacío que
invade al yo poético, tras exhumarse la pasión por la huida de la noche. En la
canción no se alude a la muerte física, pero no dejéis de vivir, de disfrutar,
de amar y mucho menos «No perdáis besos por no saber decir “te necesito”». A
continuación, os dejamos la canción de Sabina, cuya letra no se corresponde con
los poemas anteriores, y también la versión que de ella hizo el grupo de rock
español “La fuga”. Disfrutad de ellas,
de cada palabra y no las releguéis allá “donde habita el olvido”.
¿Qué decir de esta temática? A mí también me fascina y de hecho la utilicé para uno de mis trabajos de máster. Combinar en el aula la poesía de Bécquer y Cernuda, con la música de artistas como Sabina o La Fuga, creo que siempre es un éxito asegurado, especialmente, en Secundaria, ya que durante la adolescencia las distintas sensaciones se viven con una mayor intensidad. Propuestas de este tipo ayudan a los docentes a transmitir a los alumnos la idea de que la Lengua y la Literatura puede ser una asignatura fascinante y muy útil para el día a día porque, al fin y al cabo, somos nosotros: con lengua nos comunicamos y con literatura podemos conocernos mejor a nosotros mismos y a la sociedad que nos rodea y, sobre todo, podemos soñar. Que en una situación tan convulsa como la actual no nos roben también el derecho a soñar. Un saludo y enhorabuena por el trabajo, chicas :)
ResponderEliminarMuchas gracias, Alba!!! ;)
ResponderEliminarGracias, Alba!! :) Esperamos seguir compartiendo gustos, amiga y compañera!!!!!!!!! :)
ResponderEliminarBecquer, Cernuda y Sabina son de otro mundo... y Cris una experta, especialmente Sabinera, otra manera de hacer poesía. Genial!
ResponderEliminarQué buena manera de acercar la poesía de hace siglos (o años)a nuestra época. Me encanta vuestra selección de poemas y textos. Enhorabuena por el blog, chicas!
ResponderEliminarAunar el Grupo del 27 con Sabina y Antonio Vega nos parece un gran acierto, además los textos están muy bien traidos. No lo hemos visto (perdonadnos si está por ahí), pero también sería muy bonito añadir algo, relacionado, de Ángel González :).
ResponderEliminarEnhorabuena y un besín!!
Gracias por vuestro comentario y aportación, chicos. Ángel González nos espera! ;)
ResponderEliminarDesde luego, habéis tenido una idea muy original, al asociar pasado y presente, y sobre todo, habéis puesto en relieve que la literatura no es un arte meramentente decorativo y además tiene aplicaciones prácticas. Felicidades!
ResponderEliminarQué puedo yo aportar, a lo aquí expuesto, que fueron grandes entre los Grandes y, se engrandecer aún más, al unirles a los grandes de ahora. Inolvidables
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