Poesía, música y sentimiento
Como podéis
observar, esta semana nos hemos levantado con una sensibilidad especial, la
sensibilidad única e indescriptible que uno posee cuando tiene entre sus manos
un buen poema.
¿Conocéis a
Pablo Neruda? Es uno de nuestros poetas favoritos, y os invitamos a que
visitéis la pagina web del Centro Virtual Cervantes donde podéis encontrar todo
acerca de su vida y su obra:
Ahora que ya os habéis empapado un poco más de la figura de este gran poeta
(venga, pinchad en el enlace, no seáis vagos...), con esta entrada pretendemos
que os hagáis una pregunta, y para ello necesitamos que os pongáis en diversas
situaciones:
- Leed un
poema, uno que os guste, vuestro favorito si queréis
- Escuchadlo recitado por el propio autor
- Escuchad una versión
musical del mismo
¿Con qué te
quedas?
Para que os hagáis una idea, vamos a dejaros por aquí un par de poemas de
Pablo Neruda. En un enlace subiremos la misma versión de uno de ellos recitando
el poema él mismo y, en otro, una canción con los versos del otro poema
interpretada por Antonio Vega, cantautor ya fallecido y ex componente del grupo
Nacha Pop, que tuvo su momento álgido durante la Movida Madrileña de los años
’80.
La ornitología era una de las pasiones ocultas de este poeta chileno, así
que el primero de los poemas escogidos pertenece
al libro Arte de Pájaros, publicado en 1966, de gran formato y edición
limitada, con ilustraciones únicas de pintores amigos de Pablo
Neruda, que contribuyeron a enriquecer la obra. En
él se presentan dos secciones de poemas: Pajarintos, que hace referencia a
aves reales y Pajarantes, aves ficticias, fruto de la imaginación del
poeta. Con los versos de este poema, Neruda despide la obra:
El Poeta se despide de los Pájaros
Poeta provinciano,
pajarero,
vengo y voy por el mundo,
desarmado,
sin otrosí, silbando,
sometido
al sol y su certeza,
a la lluvia, a su idioma de violín,
a la sílaba fría de la ráfaga.
Entre una y otra vez,
entre pasadas vidas
y pretéritos desenterramientos
fui perro de intemperie
y sigo siendo un muerto en la
ciudad:
no me acostumbro al nicho,
prefiero el matorral y las torcazas
atónitas, el barro, el desvarío
de un ramo de choroyes,
el presidio del cóndor prisionero
de su implacable altura,
el barro primordial de las quebradas
condecorado por las topa topas.
Sí sí sí sí sí sí,
soy un desesperado pajarero,
no puedo corregirme
y aunque no me conviden
los pájaros a la enramada,
al cielo
o al océano,
a su conversación, a su banquete,
yo me invito a mí mismo
y los acecho
sin prejuicio ninguno:
jilgueros amarillos,
tordos negros,
oscuros cormoranes pescadores
o metálicos mirlos,
ruiseñores,
vibrantes colibríes,
codornices,
águilas inherentes
a los montes de Chile,
loicas de pecho puro
y sanguinario,
cóndores iracundos
y zorzales,
peucos inmóviles, colgados del
cielo,
diucas que me enseñaron con su
trino,
pájaros de la miel y del forraje,
del terciopelo azul o la blancura,
pájaros por la espuma coronados
o simplemente vestidos de arena,
pájaros pensativos que interrogan
la tierra y picotean su secreto
o atacan la corteza del gigante
y abren el corazón de la madera
o construyen con paja, greda y
lluvia
la casa del amor y del aroma
o van entre millares de su especie
formando cuerpo a cuerpo, ala con
ala,
un río de unidad y movimiento,
solitarios
pájaros duros entre los peñascos,
ardientes, fugitivos,
polvorientos, eróticos,
inaccesibles en la soledad
de la niebla, la nieve,
la hostilidad hirsuta
de los páramos,
o jardineros suaves
o ladrones
o inventores azules de la música
o tácitos testigos de la aurora.
Yo, poeta
popular, provinciano, pajarero,
fui por el mundo buscando la vida:
pájaro a pájaro conocí la tierra:
reconocí donde volaba el fuego:
la precipitación de la energía
y mi desinterés quedó premiado
porque aunque nadie me pagó por eso
recibí aquellas alas en el alma
y la inmovilidad no me detuvo.
Aquí, Neruda
recitando este mismo poema, ¿qué os parece?
El segundo poema
elegido es uno de nuestros favoritos, quizá porque creemos que no hay persona
sobre la tierra que no se sienta identificado con sus versos en algún momento
de su larga vida. Pertenece a Cien sonetos de amor, publicado en
1959 y dedicado, íntegramente, a su mujer, Matilde Urrutia. El poemario está
dividido en cuatro partes, en las cuatro partes en las que se divide el día:
Mañana, Mediodía, Tarde y Noche. El nuestro es un poema para la Tarde:
No te quiero sino porque te quiero
y de quererte a no quererte llego
y de esperarte cuando no te espero
pasa mi corazón del frío al fuego.
Te quiero sólo porque a ti te quiero,
y la medida de mi amor viajero
es no verte y amarte como un ciego.
Tal vez consumirá la luz de enero,
robándome la llave del sosiego.
En esta historia sólo yo me muero
porque te quiero, amor, a sangre y fuego.
Y aquí la
versión musical del cantautor Antonio Vega (importante: no veáis las imágenes,
cerrad los ojos y escuchad únicamente la canción...):
¿A qué conclusión habéis llegado? La verdad es que son maneras muy diferentes de sentir la poesía, cada una tiene su clímax. Eso sí, yo os recomiendo que para empezar cojáis un buen libro y leáis... Ya veréis todo lo que sentís, ya sentiréis todo lo que nunca se había atrevido a salir de vosotros mismos...
¡Me encanta esta entrada, amiga y compañera! Tintada de romanticismo, impregnada de libertad! Sin duda, relacionar poesía y música es una manera muy atractiva de familiarizar a nuestros alumnos y alumnas con la literatura.
ResponderEliminarTú sí que sabes, Cris!
ResponderEliminarGRACIAS! ;)
Neruda nunca ha sido santo de mi devoción; pero reconozco que es buen poeta, sobre todo en este soneto; además de ser un poeta ideal para iniciarse en la lectura de poesía. La versión de Antonio Vega no está nada mal, casi la prefiero (y yo prefiero el poema a las versiones cantadas) a oír al propio Neruda, que no me gusta nada cómo recita: demasiado lento, hace que los poemas sean interminables.
ResponderEliminarEnhorabuena. Las entrada tiene mucha versatilidad.
Gracias, José Luis. A mí me encanta Neruda, especialmente lo que atañe a "Los Versos del Capitán". La versión de Antonio Vega me parece fabulosa, como casi todo lo que versiona este cantautor. Y con respecto a lo de recitar... te doy toda la razón: ¡es terrible! Aunque, desde mi punto de vista, le supera con creces Alberti. Eso sí que es... incalificable...
ResponderEliminarAmo a Neruda, me despierto cada mañana con Bennedetti recitándolo. Este blog me encantaaa! Creo que mucho e mi cibertiempo me lo pasaré aquí! Chicas, muy logrado, los ejemplos perfectos y cómo no, los poetas y sus piezas muy bien seleccionadas. Es un blog de mucho provecho de cara a los alumnos!
ResponderEliminarMuy buen trabajo chiquis, un abrazote! :)
Muchas gracias, Cris. Bienvenida y encantada de que pases por aquí todo el tiempo que quieras, intentaremos hacértelo muy ameno. Abrazos grandes!
ResponderEliminarOs quiero felicitar por este blog tan interesante y hermoso que estáis elaborando. Es una suerte poder leer la belleza que este mundo ha creado, aunque a veces la realidad nos intente demostrar todo lo contrario.
ResponderEliminarSi me lo permitís, me gustaría colaborar en estaa entrada con unos versos de Neruda, perteneciente a su poema "La pobreza", que hoy más que nunca, creo que cobrarán un nuevo y más especial significado para todos:
"Pero no quiero
que la temas.
Si llega por mi culpa a tu morada,
si la pobreza expulsa
tus zapatos dorados,
que no expulse tu risa que es el pan de mi vida.
Si no puedes pagar el alquiler
sal al trabajo con paso orgulloso,
y piensa, amor, que yo te estoy mirando
y somos juntos la mayor riqueza
que jamás se reunió sobre la tierra."
Felices Fiesta y que el 2013 jamás expulse nuestras risas!
Qué pasada, Raquel! Gracias por tu comentario, lo recibimos con gran ilusión. Un abrazo, nos vemos pronto para celebrar los últimos días de este año y los primeros del nuevo que nos espera. Gracias! :)
ResponderEliminar¡Enhorabuena, chicas! Nunca es bastante para acercar la literatura a los jóvenes. Cualquier medio es apto para engancharles, y vuestro blog ataca por todos los frentes. ¡Un gustazo!
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